Con un cuidado rutinario permanece como nuevo durante muchos años.
No absorbe los líquidos, pero se recomienda pasar una esponja inmediatamente para secar las salpicaduras.
Utilice un trapo húmedo y una crema detergente abrasiva o un desengrasante general y siempre frote en movimientos circulares.
Para la limpieza del fregadero llene el fregadero con agua uno o dos veces por semana, vierta un tapón de lejía y déjelo así varias horas (máximo 16 horas), después sólo tendrá que aclararlo con un trapo húmedo. Esto dejará el fregadero como nuevo.
Para las manchas más difíciles y arañazos superficiales (como vinagre, café, tintes, vino,…) puede utilizar amoníaco en un estropajo sobre las superficies duras. Después aclare varias veces con agua y seque con un trapo. Para recuperar el brillo uniforme de la encimera puede utilizar un trapo húmedo con una crema ligeramente abrasiva.
Para eliminar los depósitos de cal formados alrededor de los desagües o del grifo puede utilizar un estropajo con un producto para eliminar la cal, teniendo en cuenta las indicaciones recomendadas por el fabricante. Por último, aclare varias veces con agua caliente y seque con un trapo suave. Para recuperar el brillo de la superficie sólo tendrá que utilizar un trapo húmedo con una crema ligeramente abrasiva.
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